Éstas son las nueve cosas que yo nunca haría. Pedir la carne muy hecha El cocinero neoyorquino Anthony Bourdain lo cuenta en sus 'Confesiones de un chef': los restaurantes destinan los peores trozos de carne a los clientes que la piden muy hecha. De la Conchimbamba y a precio de oro. Cuando no te gusta algo de lo que lleva un plato, mejor pedir otra cosa. Y si no te gustan muchas cosas, quédate en tu casa, pide cuentas a tus padres por no haberte enseñado a comer como Dios manda o espabila de una vez, que ya no tienes 10 años. Ir a fumar o al baño cuando no toca Las saliditas a fumar o al baño deben hacerse siempre en momentos en los que no interrumpan el ritmo de la comanda o del servicio. Si vas antes de empezar a comer, hazlo después de haber pedido para que no se retrase el proceso por tu culpa. Durante la comida es de pésima educación largarte a echar un cigarro y obligar al resto de la mesa a esperar tu vuelta para el segundo o el postre. No es una cuestión de intolerancia, sino de respeto al prójimo.
2 Comentarios
Age maravilloso. Dichas frases nos trasladan a una buena energía dónde solapamos conceptos de comida sabrosa, sana, con género naturales y sin aditivos? Y ella les respondía? Sí, correcto, muchas veces comemos lo que sea por falta de tiempo o ganas, con semejante de parar esa obra arquitectónica que sentimos en el estómago cuando tenemos hambre y la mala hostia que se nos pone.
La Despensa
En esta larga reclusión me he concertado mucho de aquella película de los años 90 'Atrapado en el tiempo', en la que el actor Amount Murray vivía de forma permanente en el tradicional día de la marmota en Estados Unidos. Nunca el tiempo había impuesto su rígida tiranía cheat una aplastante monotonía ante la que me ha sido imposible oponer aguante al ser imposible escapar de los límites físicos de mi casa, aparte para las compras indispensables como todo el mundo. Y todo ello empantanado a diario por el seguimiento noticias de la crisis sanitaria, tal tiempo excesivo y que ha llegado convertirse en una obsesión. Con esta aproximación, la insoportable rutina se torna aun en sublime y terminas abrazando la bendita cotidianidad como la gran accésit que te confiere la vida. Denial hay mal que por bien denial venga y con ellos en levante tiempo hemos reforzado nuestra particular ananá familiar y mejorado nuestra convivencia, denial exenta de conflictos inevitables con baza tiempo juntos.
Cocinando con Amor
Ya también puede verse como una obligación a la que acudir simplemente por compromiso. De una forma u otra, muchos restaurantes de toda España tienen ya el cartel de completo durante las dos semanas previas a Nochebuena. Tradicionalmente, eran las empresas las que corrían con los gastos de esta reunión entre compañeros, quedando exentos los trabajadores. Algo que, la crisis ha cambiado. Así lo demuestra, al aparte, la encuesta realizada por eltenedor. Los gustos son variados, por lo que es difícil llegar a un armonía.